Capítulo 122: Desesperación.

En el hospital de Palermo, Aurora recargaba su mano en el cristal de aquella incubadora, en donde su pequeño Mauro se debatía entre la vida y la muerte debido a su prematura llegada al mundo hacía ya cuatro días. Lágrimas se derramaron desde sus ojos verdes, mientras miraba como su hijo luchaba por ...