Capítulo 39: La cruel Brunella.

—Necesito ese dinero… — mencionó Brunella Berrycloth fríamente observando desde su balcón el atardecer de la ciudad de Palermo. — Y será mejor que lo arregles Walter. — ordenó la mujer rubia, sujetando sin mucha presión el móvil en su mano.

—Sabes bien que no se puede, desde que cometiste esa estup...