Capítulo 40: Crueldad y ambición.

La noche había caído, y el avión privado de Massimo Bensiali, aterrizaba discretamente durante la casi entrada madrugada. El viento frio de Palermo, distaba mucho del agradable calor de las islas caribeñas de las que poco habían logrado disfrutar en aquella corta luna de miel que realmente no se hab...