Capítulo 56: Un hermoso obsequio.

Aurora se había quedado helada, al mirar a Juliana Hancock de pie junto a ellos.

—¿Qué demonios quieres? — Le preguntó Leandro, molesto sin voltearla a ver.

—Solo veo cómo usar esto a mi favor. — respondió para acercarse a su lado. —Aurora Bianco…la esposa de mi prometido, es un placer conocerte f...