Capítulo 63: En el solitario páramo.

En aquella planicie, las pasiones desbordaban. El rubio magnate se coló entre las hermosas y cremosas piernas de su esposa, y volvió a su boca; buscó desnudarla, pero le era imposible con ese maldito vestido al que rápidamente odio, mordió su labio al terminar insatisfecho ese beso.

—Ven…— Massimo ...