Capítulo 38. Un medio hermano

Erick miró de un lado a otro, oculto en las sombras de aquel edificio conocido, no podrían localizarlo los enemigos, estaba seguro de ello. Miró su reloj, el vidrio estaba rayado, en algún momento al bajar a toda prisa con la adrenalina corriendo por sus venas, debió golpearlo sin darse cuenta, lo m...