Recibí una paliza

GEMMA

Seguía luchando por liberarme del fuerte agarre alrededor de mi cuello.

Mi atacante no estaba dispuesto a soltarme. Sé que no puede ser otra persona que Antonio.

Cuando ya no pude luchar más, me rendí y casi no podía respirar.

Fue entonces cuando me soltó y caí al suelo sin fuerzas, tosien...

Inicia sesión y continúa leyendo