Desvirginado

Antonio entró en la habitación de Gemma y la vio acostada en su cama. Ella se sentó de inmediato al verlo y sus ojos se abrieron de asombro al ver las cadenas, la cuerda y el cinturón que él sostenía en sus manos.

—¿Para qué es eso? —preguntó mientras él se acercaba.

—No hay lugar para preguntas —...

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