56. Del llanto a la risa.

Ariadna pasó por el tocador del hospital, se mojó el rostro, retocó su maquillaje, suspiró profundo. Luego de unos minutos caminó por los pasillos regresando a la habitación de la señora María, tenía aún mucho que conversar con ella, entonces golpeó con delicadeza la puerta.

—¡Adelante! —Escuchó en ...

Inicia sesión y continúa leyendo