Débil

Daniela

—¡Es mi culpa! ¡Es mi culpa!—No dejo de recriminarme

Aún no puedo creer que esto sea posible, mi padre no puede estar muerto, él no se pudo ir y dejarme sola, tiene que ser una broma de mamá.

—No es culpa de nadie. Tu padre estaba enfermó, amor.—Me recuerda mientras me estrecha entre sus ...