Capítulo 107

Dos años pasaron y Santi Rúales aún no lo superaba. Con un nudo atascado en su garganta y los ojos cristalizados observaba la fotografías que Erika subía a sus redes sociales. Reprimiendo las lágrimas cerró la laptop y se giró hacia la ventana.

—Adelante— pronunció con su voz ronca la cual ejercía p...