Capítulo 140

RELATA SANTIAGO.

Ahí estaba ella, tan hermosa y radiante como una flor en primavera. Detuvo mi corazón con solo una mirada y arremetió con fuerzas.

Al subir me saludó con su mano fría y suave, tan suave como la seda. Su denso aprieto hizo recorrer por mi cuerpo un fluido imantado.

-Esta muy hermosa...