Capítulo 157

Me quedo parada mirándole con los ojos aguados, siento mi corazón arder como si ácido hubiera sido regado dentro de si. Trago grueso y pregunto—San, ¿por qué haces esto?—mis lágrimas ruedan y se pierden al final de mi rostro.

—¡Perdón!, ¿te conozco?— Pregunta y me quedó absorta.

Reacciono en segundo...