Capítulo 188

Giré mi rostro y sus labios chocaron con mi mejilla. Seguido se alejó y sonrió, llevó sus manos a la cabeza y salió de la habitación ladeando la antes nombrada. Me quedé absorta, con la mirada clavada en la alfombra y la mente sacando sus conclusiones. Santiago ya no era el mismo de antes, aquel que...