Capítulo 20

—Señor Rúales —verbalizó con la voz aguda—. Esto no es una cita romántica; si estoy aquí es porque quiero dejarle claras algunas cosas. —Erika suspiró, mirándole a los ojos.

Cuando Santiago escuchó esas palabras, su corazón se afligió y, de tal forma, cuestionó:

—¿Cuáles son las cosas que quiere d...