Capítulo 38

Margo sonreía con satisfacción; todo lo que planeó salió a la perfección. Ver la cara de los Urrutia le era satisfactorio. No obstante, Esteban no estaba dispuesto a quedarse callado, por ende, fue el primero en replicar.

—Todo esto me parece extraño. ¿Por qué Santiago, el hombre más correcto, decid...