Jamás te fijarías en mi

—¡¡Respóndeme, Massimo!!— Selene, muy enojada, se coloca de pie mientras cubre su cuerpo con la sábana, y justo en ese momento, sintió un dolor en su entrepierna.

Con preocupación mira hacia atrás, buscando con desesperación la mancha de sangre en la sábana blanca que confirme que ha perdido su vir...