315

El primer día de clases.

Hania casi no pudo levantarse a tiempo otra vez.

Estaba tan enojada que mordió el brazo de David con fuerza.

¡Este imbécil!

No entendía. ¿Cómo podía estar tan enérgico todo el día?

Además, también sentía que había sido engañada, como si hubiera firmado un acuerdo injust...