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La mirada de David se volvió fría en un instante. Antes de que Hania pudiera reaccionar, él la levantó sin esfuerzo, alzándola del suelo.

Sorprendida por su movimiento repentino, Hania exclamó:

—Señor Miller, usted... usted es...

Ignorándola, David caminó hacia la cama y la arrojó sobre ella. Dom...