679

Hania se puso más agitada y comenzó a llorar.

En su corazón, no podía creerlo y tampoco quería creerlo.

—¡No me toques! ¡Quiero volver! ¡Quiero volver ahora!

—Cálmate primero, Hania... No te pongas ansiosa.

Alonso seguía sujetando a Hania con fuerza. Como Hania estaba agitada y casi se había caí...

Inicia sesión y continúa leyendo