Capítulo veintidós: Un trato con el ladrón

Darius se ríe, manteniendo su postura tranquila. —Siempre una cálida bienvenida contigo.

—¡Hola de nuevo, señorita! —Tibith saluda, atrayendo mi mirada hacia él y su figura redonda.

Dudo si devolverle la sonrisa o fruncir el ceño con desconfianza.

Parece que no puedo hacer ninguna de las dos cosa...

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