Capítulo 72: Un vistazo al pasado

Sus labios eran como agua de Mayo. Suaves, tersos, cálidos, revitalizantes, y no quería separarse de ellos.

Sin embargo, tenía y, aunque a regañadientes, Andrew se separó de ella y la miró a los ojos, esos que tanto amaba, y sonrió.

—¿Quieres dormir conmigo? Solo estoy golpeada, no creo que sea un...