Capítulo 59 59

—Buenos días, dormilona.

—Mmm, buen día, Alex.

—¿Cómo amaneciste, mi amor?

—Cansada, cariño.

—Bueno, es hora ya, mi reina. Debes alimentarte bien.

—Mmm, ¿qué horas son?

—Las 11 a.m., cariño.

—Oh, por Dios, ¿Lucero?

—No te preocupes, ellas también despertaron tarde.

—Uff, qué alivio, amor. I...

Inicia sesión y continúa leyendo