Capítulo 24

Lorenzo

Me despierto con el ruido del canto de los pájaros a lo lejos, me froto los ojos y me doy cuenta de que está amaneciendo.

¡Demonios, hemos perdido la noción del tiempo!

Llamo a mi bella dormida, quien sonríe.

—¿No fue un sueño? —dice acariciando mi mano.

—No, mi bella, pero tenemos que i...

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