123: El misterioso comprador

Sarah sintió como los nervios se posesionaron de su cuerpo; a pesar de esto, mantuvo la calma total y se mostró serena.

—Al parecer, juntarte tanto con la loca te está dejando igual; ten cuidado, Noel, que el que con lobos anda, a aullar aprende.

—No, no estoy loco y me encuentro en un punto e...

Inicia sesión y continúa leyendo