48: Sarah en la villa

Algo que tenía muy claro era el hecho de que no pensaba tener el espíritu de abnegación de Madison, no iba a ser la esposa que iba a perdonar todo y con la justificación del amor, porque en definitiva esa era la excusa más tonta que se podía escuchar en este mundo.

—Alexandra, comprende que es un m...

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