Capítulo trece

El tiempo aquí me había quitado más de mí.

Mi razón para vivir.

Mi voluntad de luchar.

Mi capacidad de pensar con claridad.

Estaba sentada dentro de mi armario, desparramada en el suelo. Era lo suficientemente grande. Un armario vestidor espacioso que solo había visto en películas o en ese progr...

Inicia sesión y continúa leyendo