Voy a enseñarte

El auto se detuvo frente a la mansión. Alejandro apagó el motor.

Camila abrió la puerta y bajó sin mirarlo, caminó directo hacia la entrada, él la siguió, pero mantuvo la distancia. Los empleados debían creer que aún se odiaban.

Dentro, la casa estaba en silencio, Teresa, el ama de llaves, apare...

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