La realidad duele

La doctora se les quedó mirando con lástima, dejó el papel en el escritorio.

—Padre e hija, confirmado, lo siento.

Camila se levantó de golpe, no podía soportarlo, aquello era demasiado, la vida se empeñaba en seguirla lastimando, dio dos pasos y se desplomó. Todo a su alrededor giró, se puso negr...

Inicia sesión y continúa leyendo