Capítulo 34

Hayes estaba frente a Travis, jadeando fuertemente, con los ojos inyectados en sangre, y apenas podía caminar derecho.

Travis agitó la mano, mirando a Hayes.

—Respira, hombre. Tranquilízate.

—¿Tranquilizarme? ¿Cómo puedo tranquilizarme? —La voz de Hayes era áspera.

—Roy y Eugene están muertos. ¿...

Inicia sesión y continúa leyendo