Capítulo 30: Gracias por aquella noche.

Fue hace dos años, justo como David había dicho.

Aquel día, él había estado muy molesto. Acababa de discutir con su padre y salió de casa con prisa, sin haber resuelto nada. Sin pensarlo dos veces, tomó su bicicleta —a pesar del largo trayecto— y pedaleó hasta la mansión Thomson.

Allí fue recibido...

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