Reclamación

—¿Un beso? —Wynter estudió al hombre, incrédula.

—Todavía me debes un beso —sonrió con suficiencia y dejó la bolsa a un lado del mostrador—, pero primero, ¿comemos? —Desabrochó la hebilla y sacó lo que parecían ser rebanadas de carne envueltas en papel, junto con algunas rebanadas de pan blanco fre...

Inicia sesión y continúa leyendo