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Wynter tenía cinco años y el dragón que se mostraba en su espalda me dejó sin aliento. Abeloth se acercaba y lo observaba, y cada vez que los ojos de Wynter se volvían amarillos, me asustaba. Era demasiado joven para manejar el poder de un dragón.

—¿Papá? —preguntó Wynter al despertarse después de ...

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