133

El sonido de sus gemidos me excitaba aún más, y podía sentir cómo mi coño respondía preparándose para recibirlo. No podía aguantar más. Necesitaba tenerlo dentro de mí. Empujándolo de espaldas, me subí encima, aún moviendo mi mano arriba y abajo sobre su polla. Miró mi cuerpo desnudo con puro deseo ...