Capítulo 20

—Ella lleva mi sudadera, así que me toca acompañarla—. Salimos de la habitación y recorrimos muchos pasillos. Poco a poco dejé de caminar porque me cansé mucho. —¿Estás bien?

—Sí, solo cansada—. Me levantó sin dudarlo y continuó. Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro. Lo siguiente que supe es que ...