Capítulo 83 ¡Es demasiado tarde, me gusta Grace! ¡Solo ella!

El sirviente subió las escaleras y susurró:

—¡Señor Montague, Celeste está aquí!

Henry, aún sosteniendo el anillo de diamantes, respondió con calma:

—Dile que espere abajo.

Celeste se sentó en el vestíbulo del primer piso. El sirviente le había mencionado que Grace se había mudado y se había sep...