Capítulo 36

Adrián la miró fijamente por un momento, observando sus ojos asustados antes de acercarse aún más a ella. Le agarró las manos y las inmovilizó sobre su cabeza.

—Te dije que no hicieras eso, ¿verdad? —le preguntó, y ella asintió de inmediato antes de parpadear muy rápido—. Por favor, no me hagas dañ...