32

Abrió los ojos con la respiración atorada en su garganta. El techo se cernía sobre él en una nebulosa clara que reconoció. Estaba en su habitación. Se incorporó con cuidado. Cada músculo de su cuerpo rugió y tuvo que morderse los labios para no gritar.

¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba? ¿Qué había oc...