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Lukyan podía jurar que su corazón se saltó un latido. Ante él estaba el cuerpo de su esposo y de su hijo, inconscientes en el suelo. Todo había sido muy rápido. Segundos antes, ellos estaban compartiendo junto a la manada, y ahora estaban allí.

-Lu..., Luky..., Lukyan- el sonido de su nombre llegó ...