Capítulo 40 ¡SE MUERE DE AMOR POR TI!

—Él me besó —susurró Myriam en un hilo de voz. Observó el rostro lleno de seriedad de Gerald, y se estremeció.

Él inhaló profundo.

—Lo sé —contestó.

Myriam sintió un alivio, sin embargo, él seguía serio.

—¿Te ocurre algo? —indagó. —¿Cómo lo supiste?

Gerald liberó un suspiro, y ladeó los lab...

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