Capítulo 87: ¿Despertó?

Las carcajadas de Isis retumbaron en el salón de su casa.

—No imaginas cuánto disfruto ver sufrir a la vieja Helena —le dijo a Raymond—, hiciste un buen trabajo, el abogadito en coma, fue mejor de lo que esperaba. —Se aproximó a él, y colocó sus brazos alrededor del cuello de él—, te mereces un pr...

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