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La estaba disfrutando, no había apagado la luz, y la observaba atentamente. Metió la mano debajo de su espalda y desabrochó el sostén, lo sacó suavemente y no dejó de mirar sus senos. Parecía fascinado con lo que veía, y eso la llenó en cierta forma de timidez. Nunca se había sentido tan preciosa y ...