31

—Entonces, ¿te enamoraste? –le preguntó Diana a Marissa, y ésta sólo sonrió.

—Es increíble, pero me pasé el último año llorando por Simon, y de repente, ya ni pienso en él, ni lo recuerdo, ni nada. Siento un ansia diferente, más… fuerte.

—Así que amas más a David de lo que alguna vez amaste a Simon...