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Amaneció, pero este nuevo día era mucho mejor.

Marissa se levantó de la cama y arrastró con ella la sábana dejando desnudo a su compañero, que abrió los ojos de inmediato.

—¿A dónde crees que vas? –le preguntó él atrapándola y llevándola de vuelta a la cama.

—David, hoy es lunes.

—¿Vas a poner hora...