88

—¿QUÉEE? –gritaron David, Daniel y Maurice al tiempo. Peter no gritó, sólo la miró con ojos entrecerrados, pareciendo muy concentrado en algo.

—De ningún modo –siguió gritando David—. Tú no vas a hacer nada, ¿me oíste? ¡NADA! ¡Lo que debiste hacer fue llamar inmediatamente a la policía para captura...