Buscando a Roberto

Yo sabía que no tenía ni pies ni cabeza. Pero lo leí y lo supe. Me pasaba las horas libres revisando 80 veces todos esos papeles, mirando las fotografías. Llegué a pensar que me estaba obsesionando, pero ¿quién no lo haría? ¿Honestamente, quién no se moriría de curiosidad por conocer su vida anterio...

Inicia sesión y continúa leyendo