Cogerte para que entiendas

Me hacía dudar si de verdad estaba tan despegada de la realidad como aparentaba. En ocasiones parecía que sí, en otras sentía esa rabia de que me estaba queriendo tomar por estúpido.

Y yo iba detrás de ella como un perro faldero, moviendo la cola, con las orejas paradas. No por migajas, porque Romi...

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