La Restauración de Sergio

Me fui temprano de la oficina ese viernes. Estaba nervioso, sí. Ya tenía el cariño de Romina, pero esto era algo diferente, el otro polo. Si la cagaba, la cagaba con ella. Si me dejaba cagar me iban a tener de hijo toda la vida. Y lo que menos quería era tener que pasarme la otra mitad de mi existen...

Inicia sesión y continúa leyendo