El ruido que desplaza la soledad

Por fin encontré una casa, no un piso o un departamento. Me ayudó Romano a dar con el lugar justo, cerca del Barrio Chino. Una casa, dos pisos, patio y terraza, suficiente espacio para cuatro. Estaba harto de vivir en un hotel. Lo más normal hubiera sido mudarme con Romina, ¿pero qué hacía con mis c...

Inicia sesión y continúa leyendo