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Cuando Dylan y Legna llegan a la casa, ya no hay nadie allí. El sol empieza a ponerse, por lo que el cielo toma un tono violeta que se difumina con el azul oscuro.

—Tengo hambre —comenta Dylan cuando entran a la sala. Legna mira la canasta que se encuentra sobre la isla de la cocina y empieza a hur...